Artículo Revista Poder y Negocios- El debut de Piñera en la ONU
Desde Nueva York, Maximiliano Raide
Por primera vez en décadas, Chile ha logrado posicionar a varios representantes en lugares influyentes dentro del circuito político mundial. Al conocido nombramiento hace algunos años y la siguiente reelección de José Miguel Insulza como secretario general en la OEA, lo siguió Arturo Valenzuela, como secretario de Estado adjunto para América Latina del gobierno de Barack Obama. Sin duda, el chileno que más alto ha llegado en la administración norteamericana. A ellos se suman el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre en el FMI, y hace algunos años Juan Somavía en la OIT. Hace pocas semanas fue el turno de Michelle Bachelet, que sorprendió a todos en Chile al asumir la secretaría general de la ONU Mujer. La designación fue comentario obligado en los pasillos de la “Semana de las Naciones Unidas”, ya que detrás habría una calculada estrategia para que asumiera la Secretaría General de las Naciones Unidas, en el caso que el surcoreano Ban Ki-Moon no fuera a la reelección.
La “Semana de las Naciones Unidas”, como se le dice a la cita que anualmente se lleva a cabo en Nueva York donde se reúnen los presidentes de los países miembros, tuvo una serie de protagonistas. En el caso de América, se podría decir que Chile fue “el regalón del curso”, ya que políticos, empresarios y representantes de los medios de comunicación de Estados Unidos y América Latina hablaban de su recuperación económica a tasas de 6%, de la tragedia del terremoto y de los 33 mineros, como si esas historias hubieran sido vividas por sus propias naciones. Pero, al contrario de lo que se pudiera pensar, la reunión de los presidentes en la Asamblea General de la ONU no es el punto de encuentro donde se toman las verdaderas decisiones. Cada bloque o continente tiene una institución que vela por los interés económicos y políticos de los países que la integran y América no es la excepción. De ahí que el Council of the Americas, representado por su fundador y presidente honorario, David Rockefeller, y su actual CEO, Susan Segal, sean de alguna manera “el” punto de encuentro entre los Presidentes, ministros y embajadores de cada país latinoamericano y los máximos representantes del sector público/privado estadounidense.
Los ojos sobre Chile
Durante la semana pasada, varios gobernantes –como Alan García de Perú, Juan Manuel Santos de Colombia, Leonel Fernández de República Dominicana, Laura Chinchilla de Costa Rica y Kamla Persad-Bissessar de Trinidad y Tobago, entre otros, tuvieron que rendir examen ante los más de 100 exclusivos invitados, que entre almuerzos y comidas llegaban diariamente para conocer en detalle los planes de los distintos gobiernos en temas como políticas de incentivo a la inversión, el combate al narcotráfico y las falencias educacionales, por nombrar algunos. Pero, sin duda, el mandatario más solicitado fue Sebastián Piñera, y quien en el último tiempo ha generado más de alguna sorpresa entre los representantes de grupos económicos latinoamericanos y norteamericanos, principalmente por sus medidas “neo populistas”, como el cambio de lugar de la central termoeléctrica Barrancones en Punta de Choros, lo que dejó una extraña sensación. Por eso, muchos querían conocer en detalle su programa de gobierno.
En compañía de David Rockefeller, Susan Segal, John Negroponte, el canciller Alfredo Moreno y el nuevo embajador en Washington, Arturo Fermandois, el Presidente Piñera llegó al histórico edificio de Park Avenue, en el que por más de 30 años se han trabajado los acuerdos más importantes para América Latina, incluido los TLC de Estados Unidos con Chile y Perú.
Sebastián Piñera se sentó en la mesa principal junto a Rockefeller, pero fue Eduardo Eurnekian quien se mostró muy interesado en conversar con el Presidente. El empresario argentino es dueño de varios aeropuertos, incluido el de Buenos Aires, y mira con muy buenos ojos la licitación del de Santiago, que actualmente está en manos del grupo Urenda. Minutos más tarde, Piñera subió al podio para comenzar su presentación, destacando el buen momento de la economía chilena, haciendo un paralelo con el gobierno de Bachelet, el cual en promedio no superó el 3% de crecimiento. En su discurso lanzó una serie de propuestas; la principal, el desafío para Chile de alcanzar el desarrollo en el 2018 con tasas de crecimiento sobre el 7%, generando fuerte aplausos por parte de los invitados. Su presentación la cerró con un toque informal, sacando del bolsillo y exhibiendo el papel original de los mineros con la ya frase histórica:
“Estamos bien en el refugio los 33”.
Finalmente, las reuniones terminaron con una invitación para el 4 de noviembre a Susan Segal y las máximas autoridades del Council of the Americas, quienes vendrán especialmente a Chile a recibir el
Premio de Jóvenes Líderes Bicentenario en la categoría Espíritu Latinoamericano junto a los demás premiados en la Casona de Las Condes.